democracia

Reconstruir el diálogo entre políticos y científicos

El primer confinamiento nos dejó tal poso de amargura que caer en otro sin una respuesta política ordenada representaría un factor desestabilizante de nuestra convivencia. Pondría en jaque la legitimidad de la esfera pública. Y provocaría una desmoralización colectiva que aumentaría la tensión social. Pero para lograr una buena respuesta política es necesario poner freno a uno de los factores que —junto al colapso del sistema sanitario— más ha contribuido a deprimir a la opinión: la conflictiva y calamitosa relación entre política y ciencia.

Es cierto que la relación entre políticos y científicos ha sido tradicionalmente de ignorancia mutua. Pero recientemente se ha convertido en un desencuentro permanente, que ha creado una enorme confusión en una esfera pública en la que los medios de comunicación no han logrado ejercer el papel de moderación que se necesitaba. ¿Cómo ha podido suceder esto en pleno siglo XXI y precisamente en el contexto de una sociedad que se llama a sí misma científica y de la información? Continuar en InfoLibre

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